miércoles, 29 de febrero de 2012

Una foto, una historia

Una fotografía no es un simple papel. Va más allá de un buen encuadre o una luz perfecta. La imagen congela un momento, paraliza los minutos y lo plasma en un papel. Tiene un antes y un después. Crea historias en las personas y en el fotógrafo.

Salí decidida a conseguir al menos cinco fotos que sirvieran. No sacaba fotos hacía ya unos cuantos días y quería conseguir una buena historia. El día estaba claro. Las fotografías con el cielo despejado siempre salen mejor. Se puede manejar la luz con más facilidad y todo resulta diferenciado.


Cuando salí caminando para la rambla, se nubló. Mis expectativas de las fotos perfectas casi quedaron nulas. Aún así seguí, ya estaba  a dos cuadras de la rambla y era inútil volver. Llegué a la playa y al cabo de unos minutos de sacar unas fotos, las nubes se alejaron del sol y se vio todo más claro. Sin embargo, estaba lejos de conseguir la foto que quería. Arranqué a caminar, cosa que nunca hago porque tengo pánico a que me roben la cámara, pero ese día no me importó.

A él lo encontré minutos después que arranqué a caminar. Sentí esa sensación de entusiasmo e impaciencia por sacar la foto. Me pasa siempre que con mis ojos encuadro y paralizo una imagen en mi cabeza. Es difícil a veces plasmarla como te la imaginas, pero ese día lo logré.

- Disculpa, puedo tomarte una foto
- Si, como no.  ¿Me muevo? ¿Hago algo?
- No, así natural me gusta, muchísimas gracias.

No hay de qué, respondió y siguió su lectura, entonces seguí mi camino. No me quise ir muy lejos porque ya se estaba nublando de nuevo y quería regresar a casa temprano.  Saqué unas fotos más y retrocedí por el mismo camino que venía. Él seguía sentado en su silla amarilla leyendo. Era morocho, flaco, parecía bastante alto y rondaba los 40 y algo de años.

¿Conseguiste algo? gritó a la distancia. Me acerqué y le comenté que no. La mejor foto que había hecho era la de él pero tampoco era la gran foto. Nos pusimos a conversar. No recuerdo su nombre, me contó que era Periodista.

Periodista, fotógrafo. 2010 Montevideo, Uruguay
Hablamos durante un tiempo largo. Lo suficiente para que me contara los comienzos del periodismo en la radio y lo fácil que era ahora. En ese momento era periodista del Observador. Quedamos un rato en silencio y me pidió para ver mis fotos, se las mostré y me corrigió un par de cosas. Hablaba con mucha seguridad. Lo noté muy interiorizado en el tema entonces le pregunté si le gustaba la fotografía, sonrió y dijo: Soy fotógrafo, me puse colorada, mis fotos no eran ni cerca de profesionales.

Me despedí y me senté un rato a pensar sobre lo que habíamos conversado. Cuando me percate que había conseguido una historia más en mi vida, me paré y me fui.

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