miércoles, 7 de marzo de 2012

Una denuncia que lo condenó

Kevin Carter era fotoperiodista sudafricano, miembro del club “The Bang Bang Club” con tres fotógrafos conocidos como Joao Silva, Greg Marinovich y Ken Oosterbroek. Juntos tomaban fotografías de guerra y hambruna de los países más perjudicados.


Carter viajó con su gran amigo Ken a una aldea de Sudán donde la hambruna era la primera causa de muerte. La intención era denunciar esa situación y crear conciencia en el mundo que para esos años no la tenían.

Lo que el fotógrafo nunca imaginó fue que una foto iba a arruinar su reputación. Que sería torturado durante años como poco ético, inhumano y catalogado como "segundo buitre". Que dichas opiniones sacudirían su cabeza  durante un tiempo, en manos del gran poder del mundo; la opinión pública.

Al llegar a la aldea, en el avión que repartía el alimento, Kevin caminó unos pasos y encontró una niña tumbada en el piso, totalmente indefensa y flaca. Minutos después un buitre se posó detrás de ella momento en el cual el fotógrafo tomó la foto, y se fue.

En marzo de 1993 The New York Times publico la foto que instantes después recorrería el mundo. Las opiniones de las personas y la crítica fueron muy duras. Las personas se preguntaron cómo no ayudó a esa niña y cómo dejó que el buitre la comiera.

Kong Nynog- 1993 Sudán- Kevin Carter
Yo me pregunto cómo no vieron el fin que tiene la foto. Sí, hay una niña indefensa en el piso con un animal detrás de ella. ¿Qué culpa puede tener el fotógrafo? Mi padre siempre me decía “no mires solo el árbol mira el bosque”. Creo que el mundo se cegó en hundir a una persona que en pocas palabras solo quería mostrar, con frialdad y realidad, lo que pasaba afuera de la burbuja en que muchos vivían y viven actualmente. Pero le terminó jugando una mala pasada.

El fotógrafo hizo un encuadre donde quitó todo lo que había alrededor de la niña. Si ese plano estuviese más abierto, se podría ver a muy pocos metros de ella personas en la misma situación, con la misma debilidad. Una foto que denuncia tiene que tener impacto, esta imagen simplemente se le fue de las manos. Pues cuántas iguales hay, cuántas fotos de guerra con gran impacto son publicadas año a año y no provocan este revuelo.

En 1994 Kevin Carter fue premiado por esta foto con el Pulitzer y declaró: 

"Es la foto más importante de mi carrera, pero no estoy orgullosa de ella, no quiero ni verla, la odio. Todavía estoy arrepentido de no haber ayudado a la niña".

Meses después Carter se suicidó. Muchos rumores decían que fue por la situación incontrolable que provocó la foto. Pero en realidad el suicidio del fotógrafo tuvo que ver con las drogas y varios acontecimientos duros en su vida que tuvieron de protagonista la muerte, la guerra y la violencia. 

Dieciocho años después se quiso reconstruir la historia. Dos periodistas viajaron a Ayod, la aldea en Sudán, con el  fin de averiguar sobre la niña. El único dato que tenían los profesionales era el número del brazalete de la ONU, que se puede ver en la foto. Este pertenece al grado de hambre de la niña y además es la identificación del centro de alimentación donde ella se encontraba.

Varios días averiguando al fin dieron con la familia de la niña, que en realidad era un niño. El papá afirmó que Kong Nyong, así se llamaba el niño, sobrevivió aquella hambruna que sacudió Sudán. Por lo que se salvó de aquel buitre.

Kong Nyong falleció en el 2007 de “fiebres”.                       


El papá de Kong Nyong 18 años después.
Hay historias que no pueden dejar ser contadas. Esta historia recorrió el mundo entero y movilizó a miles de fotógrafos. Conozcan las historias más conocidas por el mundo de la fotografía. 

El diario de España, El Mundo, realizó un video de este caso.


 "Kong Nyong, el niño que sobrevivió al buitre" 





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